Gracias

Se que lo que voy a contar puede que me entiendan aquellas personas que son canallas, solamente ellas.
Mi papá es de aquellas personas que no demuestran lo que sienten, vive con todo el amor que podría dar guardado en su alma. En particular siempre busqué alguna demostración de cariño, pero comprendo que está en su esencia y que la debo encontrar en las cosas que él hace cotidianamente. Ese es su lenguaje.
El 29 de agosto de 2005 fuimos al Gigante, como siempre mi hermano, mi papá mi mejor amiga, su novio (amigo mío también) y yo. Estábamos muy nerviosos, entramos temprano, aunque teníamos platea. No queríamos perder nada de la gran fiesta.
El partido transcurrió como todo partido cuando juega Central, sufrido, con la garganta en la boca.
Antes que terminara el primer tiempo sucedió lo que todos esperábamos ese gol que llenó nuestras almas de alegría y en especial la mía.
Podría contar muchas cosas, numerosas anécdotas de ese partido pero me quedo con la que movilizó mi corazón.
Mi viejo estaba en el asiento atrás mío cuando el Pirulo metió ese patadón me levanté y grité el gol, inmediatamente no se porqué miré para atrás y lo ví ,justamente coincidimos
en las miradas. Y no saben lo que pasó. Nos abrazamos como si los dos estábamos esperando ese momento. No se imaginan lo feliz que fui.
Entonces, cómo no voy a sentir a Central de la manera en que lo siento, cómo no voy a defender estos colores si me regaló una de las cosas que siempre necesité.
Y como no voy estar agradecida con mi papá si él siempre nos inculcó esta pasión. Si él nos hizo canallas y por él estoy acá.
Gracias Pá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quiero que sepas que me emocione cuando lei tu relato. Como no quere a central