Comenzó siendo una tarde, que podía corromper lo hecho hasta aquí pero lamentable y literalmente caímos en la boca del lobo.
Por momentos tuvimos las chances más claras para definir un partido que nuevamente fue empate ( y en nuestra casa). Se desaprovecharon oportunidades que ahora nos lamentamos. No pudo ni Vizcarra , ni Belloso, ni el afán de p
oder ganar el partido.
Por momentos tuvimos las chances más claras para definir un partido que nuevamente fue empate ( y en nuestra casa). Se desaprovecharon oportunidades que ahora nos lamentamos. No pudo ni Vizcarra , ni Belloso, ni el afán de p
oder ganar el partido. Quizás el mal tenga que ver exclusivamente con lo psicológico, no se puede defender una victoria, los tres puntos queman cuando se los tiene en las manos. Un mal que nos aqueja, agobia y nos pone cada día más de frente ante el fantasma del descenso.
Faltan ideas, juego colectivo y viveza para definir. Nos falta garra, motivación.
Lo más penoso de todo esto es que en las casi contadas con los dedos de la mano, llegadas de Gimnasia, y en un descuido, casi infantil, sufrimos y pagamos caro la pérdida de dos puntos.
Se nos volvió escapar, el destino no está de nuestro lado y lamento profundamente por lo que tenemos que pasar.
Tan solo 4 puntos en la tabla y aun mirando la tabla de promedios.
Me canse de lamentarme los puntos perdidos, quiero ganar sea como sea, quiero dejar de sufrir, no nos merecemos esto.
Pido que estemos de pie y con la enteresa que debe tener un Guerrero, la camiseta de Central se siente hasta en el alma, hay que luchar, poner huevo, sacar lo mejor de sí, pelearla hasta el infinito. De pie para seguir camino, de pie para poner el pecho a lo que venga y de pie porque a pesar de todo lo que nos pasa seguiremos siendo Canallas.
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