Mañana la ciudad vuelve a sonreír, los canallas tenemos nuestra fiesta y debemos hacer honor. Cumplimos nada más y nada menos que 118 años de historia, de pasión y de gloria (aunque ultimamente las cosas no sean de tanta gloria).
Mañana es la cita, en Gigante Arroyito, espectáculos, sorpresas y alegría, como se merece el pueblo canalla. Concurrir es nuestro deber ya que dar una mano a nuestra institución para salir de toda esta basura sería muy bueno.
Sin embargo, roguemos que esta fiesta no sea como muchas otras (que vivimos hace poco) en donde se llenaban la boca hablando de mentiras que nunca fueron reales. Procuremos el cambio, confiemos y esperemos.
Central nos necesita y con lo poco o mucho que podamos hacer, seguiremos sumando para la reconstrucción de este nuevo horizonte que se divisa a lo lejos.
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