Tengo ganas de escribir, quizás sean los nervios, tal vez las ganas de volver al Gigante.
La vida nos vuelve a poner otro desafío enfrente, ante nuestras caras. Yo se que hemos salido de peores, y se que estar juntos es lo mejor que nos puede pasar.
Podrán vulnerar cualquier cosa, pero es imposible que destruyan la pasión y el amor de tanta gente, de un pueblo. Es muy difícil lo que se viene, pero no cabe duda que se puede. Estoy convencida de ello.
Tan poco falta, que de verdad siento vibrar el Gigante, es como si estuviera ahí. No se ustedes, pero estoy muy feliz. Pese a todo lo que nos pasa, estoy feliz, por llorar por Central, por vivir de la manera en que un Canalla lo hace, por ver en mi familia un mismo símbolo que nos une de por vida.
Yo solo pido a los jugadores que dejen la vida por estos colores, que sientan por un momento cada una de las voces que salen a cada lado del Gigante, que recuerden la historia, el sentimiento, la gloria...
Que lo hagan por todos nosotros, por los que ya no están, por los que están del otro lado del océano, por los que no pueden estar, por los viejos que nos enseñaron este amor, por los chicos que seguirán esta dinastía, por los jóvenes que hacen lo que sea por seguir estos colores. Por los adultos que siguen evangelizando, por todas las mujeres que pese al machismo del fútbol ocupan un lugar muy importante en esta familia.
Pero en especial por cada uno de los hicieron que este club tenga la historia que tiene...
Mi amiga Susi, me dijo una vez que Crisis es Oportunidad y estoy convencida. La marea viene bajando, se propician años buenos.
La vida nos vuelve a poner otro desafío enfrente, ante nuestras caras. Yo se que hemos salido de peores, y se que estar juntos es lo mejor que nos puede pasar.
Podrán vulnerar cualquier cosa, pero es imposible que destruyan la pasión y el amor de tanta gente, de un pueblo. Es muy difícil lo que se viene, pero no cabe duda que se puede. Estoy convencida de ello.
Tan poco falta, que de verdad siento vibrar el Gigante, es como si estuviera ahí. No se ustedes, pero estoy muy feliz. Pese a todo lo que nos pasa, estoy feliz, por llorar por Central, por vivir de la manera en que un Canalla lo hace, por ver en mi familia un mismo símbolo que nos une de por vida.
Yo solo pido a los jugadores que dejen la vida por estos colores, que sientan por un momento cada una de las voces que salen a cada lado del Gigante, que recuerden la historia, el sentimiento, la gloria...
Que lo hagan por todos nosotros, por los que ya no están, por los que están del otro lado del océano, por los que no pueden estar, por los viejos que nos enseñaron este amor, por los chicos que seguirán esta dinastía, por los jóvenes que hacen lo que sea por seguir estos colores. Por los adultos que siguen evangelizando, por todas las mujeres que pese al machismo del fútbol ocupan un lugar muy importante en esta familia.
Pero en especial por cada uno de los hicieron que este club tenga la historia que tiene...
Mi amiga Susi, me dijo una vez que Crisis es Oportunidad y estoy convencida. La marea viene bajando, se propician años buenos.
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