Sin lugar a dudas este es el equipo que quiere la gente. Un equipo que mete, aun cuando va ganando. Un equipo que busca hasta el cansancio la victoria, aun en desventaja numérica.
Un equipo que supo ponerse a la altura de las circunstancias, un equipo que contagió.
Un equipo que nos devolvió la alegría, un equipo que nos demostró que hay que seguir peleando y que tenemos con que.
Sin lugar a dudas esta es la actitud que merecemos todos, el Guerrero estuvo en Gigante. El canalla fue más canalla que nunca. Doblego a un rival difícil, y se llevo la hazaña no solo del triunfo sino la de quitarle el invicto del torneo.
Muchos millones de dólares tirado en la cancha frente a un equipo que aunó las fuerzas y las garras. ¿Qué van a decir ahora los porteños? Mudos, impávidos quedaron frente a esta gran pero tan importante victoria.
Un aluvión de felicidad pasó por Arroyito, cuanto necesitábamos desahogarnos.
Tan solo necesitamos más canalladas como estas...
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