Cuando no hay futbol que halla culo...

Cómo poner en palabras lo que nos pasó ayer... Sinceramente es inexplicable. No parábamos de llorar, primero por la ilusión de haber podido dar vuelta el partido y luego por el milagro de volverlo hacer.
Eternamente feliz, hacía mucho tiempo que no veía a la gente de esta manera. Las lágrimas no sesaban, los abrazos fueron eternos. La alegría inundo el corazón.
No se puede explicar, es tan fuerte el lazo que nos une que ni siquiera es posible relatarlo con palabras. Central tiene estas cosas, que pese a lo trágico te devuelve la sonrisa. Central es inexplicable...
No se como decirlo, porque escribo y lloro (ya mojé todas la teclas), es tanto lo que se siente por estos colores que aveces inunda la emoción y no existen los conceptos o las frases que describan aunque sea un poco, de lo que vivimos.
Hay que seguir así, metiendo, aun cuando juguemos muy mal. Tenemos que lucharla, el fútbol así lo requiere, nosotros lo suplicamos.
La verdad es que en el gol del Kily sentí como si las 35.000 almas que estábamos en el Gigante soplamos la pelota para que entre.
Cuanto más hablo, mas me enorgullezco.
Central te amo...

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