Volvimos con las manos vacías aun cuando las cosas nos salieron muy bien. Eso es lo que pasa con el fútbol, tiene estas desgracias que no se pueden explicar. 90 minutos manteniendo un mismo ritmo, cortando, llendo al ataque, y cuando uno menos lo espera llega el garrotazo en la cabeza que hace caer a la realidad.
Aún en la derrota, quedó bien claro especialmente para la gente de Buenos Aires que lo de Boca no fue casualidad, que tenemos un equipo joven pero corazón de Guerrero. Que estamos pasando pasando por el peor momento institucional pero que gracias a Dios tenemos jugadores que sienten la camiseta como nosotros.
La realidad es que perdimos uno a cero, con un gol del tanque Dennis, luego de un error de Ronald Raldes, alguien que no debe estar pasando por un buen momento.
Lo Positivo, pese a derrota es que se puede pelear con este plantel, aun cuando los periodistas digan que estamos literalmente al "Horno".Habrá que volver a empezar, un derrota no es caída y como todo lo que nos está pasando debemos levantarnos y seguir.
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