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Yo se que el contexto en el que emito esta carta no es del todo propicio, sin embargo me atrevo hacerlo porque usted esta tan hincha como yo del más grande y se interesa por las pequeñas y grandes cosas que hacen a la rutina de cada partido.
Dejemé decirle que estuve meditando el asunto que le compete y he encontrado algunas sugerencias para contrarestar su gran pesar.
Mi papá sabio como siempre me aconsejo (ya que el problema dejo de ser privado y paso al ambito familiar) que se lleve el viejo y querido sandwich de milanga. Una delicia para el paladar del caballero, y porque no de la dama. El problema, es como entrar dicho alimento a la cancha, si antes de cada entrada hay un cacheo policial. Lo ideal sería que el alimento se esconda en alguna zona que no roce con olores naturales y quizas hasta nauceabundos del cuerpo.
Otra opción sería manguear a los choriparenos uno zochori, pero este items yo lo descartaría ya que al tercer partido usted y su hijo estarían marcados y ya no le darían ni la miga.
Una muy buena opcion, sería comer muy bien antes de salir, algo asi como un buen asado con papas y un postre bien suntuoso para engañar al estómago. Y si viene el hambre no ataca como si estuviera vacio.
No se desepere, le prometo que alguna solucion vamos encontrar... Porque usted y su hijo se merecen comer como Dios y la patria manda.
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