Finalmente Ariel Garcé rescindió ayer su contrato con Central y a partir de hoy será jugador de Colón. El zaguero firmó por la tarde la cancelación de su vínculo con el club de Arroyito y viajó a Santa Fe para sellar su arribo al conjunto sabalero. De esta forma, los canallas se quedaron sin otro nombre importante dentro del plantel para afrontar el Apertura.
La salida de Garcé se retrasó debido a que el caso era algo
complicado. El jugador firmó dos contratos con el club, uno con Pablo Scarabino en la presidencia y el otro con Juan Dalbes y Gonzalo Estévez a la cabeza. El primero se rubricó el 26 de junio de 2006 con extensión por un año. El arreglo constaba de una prima cercana a los 120.000 pesos a pagarse en dos cuotas, una en diciembre de 2006 y la otra el 30 de junio de 2007. Mientras que el sueldo anual ascendía a 7.500 pesos y figuraba una opción de compra por 300 mil dólares.El segundo contrato fue acordado el 10 de febrero de 2007 y hasta 2008. Los dirigentes de turno cancelaron el anterior y certificaron que “quedaba totalmente extinguido, sin deudas y reclamos”. Además, Central le triplicaba la prima anual al jugador. Pero lo más importante era que el club adquiría el pase del futbolista por 500.000 dólares, es decir 200.000 más que en el contrato anterior.Estos dos vínculos trababan la salida de Garcé de Central, pero ayer ambas partes llegaron a un acuerdo que consistió en dejar acéfalo el segundo contrato, consumado bajo la presidencia de Juan Dalbes, y sentar bases sobre el convenido con Scarabino. De esta forma, el Chino arregló la salida en buenos términos y sin importantes deudas por cobrar, ya que estaría al día con respecto a sueldos y sólo debería saldarse una parte de la prima anual.Durante su estadía en Rosario, Garcé se ganó el reconocimiento de la hinchada canalla. Si bien le costó adaptarse al juego del equipo durante los primeros partidos, después se consolidó como indiscutido en la última línea. El Chino arrancó como central, pero también jugó por el lateral derecho y el izquierdo. Hoy se pondrá la nueva pilcha sabalera y se lo verá luciendo los colores rojinegros. La cita será a las 16 en el Sindicato Argentino de Televisión, donde se reencontrará con un viejo conocido: Leonardo Astrada.
La salida de Garcé se retrasó debido a que el caso era algo
complicado. El jugador firmó dos contratos con el club, uno con Pablo Scarabino en la presidencia y el otro con Juan Dalbes y Gonzalo Estévez a la cabeza. El primero se rubricó el 26 de junio de 2006 con extensión por un año. El arreglo constaba de una prima cercana a los 120.000 pesos a pagarse en dos cuotas, una en diciembre de 2006 y la otra el 30 de junio de 2007. Mientras que el sueldo anual ascendía a 7.500 pesos y figuraba una opción de compra por 300 mil dólares.El segundo contrato fue acordado el 10 de febrero de 2007 y hasta 2008. Los dirigentes de turno cancelaron el anterior y certificaron que “quedaba totalmente extinguido, sin deudas y reclamos”. Además, Central le triplicaba la prima anual al jugador. Pero lo más importante era que el club adquiría el pase del futbolista por 500.000 dólares, es decir 200.000 más que en el contrato anterior.Estos dos vínculos trababan la salida de Garcé de Central, pero ayer ambas partes llegaron a un acuerdo que consistió en dejar acéfalo el segundo contrato, consumado bajo la presidencia de Juan Dalbes, y sentar bases sobre el convenido con Scarabino. De esta forma, el Chino arregló la salida en buenos términos y sin importantes deudas por cobrar, ya que estaría al día con respecto a sueldos y sólo debería saldarse una parte de la prima anual.Durante su estadía en Rosario, Garcé se ganó el reconocimiento de la hinchada canalla. Si bien le costó adaptarse al juego del equipo durante los primeros partidos, después se consolidó como indiscutido en la última línea. El Chino arrancó como central, pero también jugó por el lateral derecho y el izquierdo. Hoy se pondrá la nueva pilcha sabalera y se lo verá luciendo los colores rojinegros. La cita será a las 16 en el Sindicato Argentino de Televisión, donde se reencontrará con un viejo conocido: Leonardo Astrada.Hasta luego Chino, no es un para siempre porque los colores tan han calado fuerte. Hasta pronto, este pueblo no va olvidar lo que dejaste por acá.
Hasta luego y muchas suerte...
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